
La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) respaldó al Presidente Evo Morales y alertó que no reconocerá ningún intento de golpe civil, ruptura del orden institucional o compromiso de la integridad territorial de Bolivia.
Asimismo, condenó el ataque a instalaciones gubernamentales y a la fuerza pública por parte de “grupos que buscan la desestabilización de la democracia boliviana” y exigió su devolución como condición para el inicio de un proceso de diálogo.
Luego de seis horas de análisis, los mandatarios de UNASUR emitieron la “Declaración de La Moneda”, leída por la Presidente Michelle Bachelet, que llama a todos los actores políticos y sociales a tomar medidas para que “cesen inmediatamente las acciones de violencia, intimidación y desacato a la institucionalidad democrática y al orden jurídico establecido”.
Los mandatarios llamaron asimismo al diálogo “para establecer las condiciones que permitan superar la actual condición y concertar la búsqueda de una solución sustentable en el marco del pleno respeto al Estado de Derecho y al orden legal vigente”.
Más adelante, los mandatarios de UNASUR acordaron crear una comisión -coordinada por la presidencia pro tempore (Chile)- para “acompañar los trabajos de esa mesa de diálogo, conducida por el legítimo gobierno de Bolivia”.
La cumbre de emergencia creó también otra comisión “de apoyo y asistencia” al gobierno de Bolivia “en función de sus requerimientos, incluyendo recursos humanos especializados”.
Asimismo, condenó la masacre del departamento de Pando y respaldó el llamado del gobierno boliviano para que una comisión de UNASUR se constituya en Bolivia para esclarecer ese hecho y recomiende medidas para garantizar que no quede en la impunidad.
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